Casi todo ser humano necesita al menos una vez en la vida cambiar de aires, cambiar de forma de pensar, ver las cosas bajo otro punto de vista diferente del que lo había visto todo hasta ese momento, y eso se produce cuando algo va muy mal, cuando creemos que no podemos seguir adelante de esa manera.
Es entonces cuando desearíamos volver a nacer y empezar de nuevo, pero eso desgraciadamente no es posible y por lo tanto la única solución que tenemos es resurgir de nuestras cenizas como en la mitología lo hizo el Ave Fénix, osea configurar nuestra mente de nuevo, como si de un ordenador se tratase y eliminar esos archivos (pensamientos) erróneos e inadecuados y cambiarlos por otros nuevos y adecuados. Eliminar ese negativísmo que nos inunda y nos hace sentir tan mal y cambiarlo por una visión positiva de la vida.
Para todo esto se necesita la ayuda de una persona que nos haga ver las cosas de diferente forma y que a su vez nos tienda una mano para ayudarnos a salir de ese pozo obscuro del cual nos parece imposible salir.
Simplemente esforzándonos en aprender a ser positivos, a aprender otras formas de pensar y de actuar, ya estamos empezando a vivir de nuevo, y conforme va pasando el tiempo iremos viendo que las cosas van cambiando y cuanto más nos esforcemos mejores seremos en el futuro.
Es entonces cuando empiezan a difuminarse esas sombras del pasado, esos miedos absurdos y la inseguridad que hasta ahora nos ha llevado a un estado de casi pérdida del control.
Si nos paramos a pensarlo detenidamente, tan solo con un poco de ayuda y de calor humano pueden desaparecer todos esos complejos, esos miedos y tantas cosas más que nos aterran, y para ello debemos recordar que somos seres humanos y por tanto debemos de tener un poco de humanidad con los demás y ayudarles cuando los veamos que están en apuros, para que con un poco de calor y mucho amor verdadero puedan resolver sus problemas y empezar a vivir de nuevo.